Así de simple. Así de complejo.
Mientras la mayor parte del tiempo enfocamos nuestra práctica de actividad física en el desarrollo de la resistencia y la fuerza, aún cuando las disciplinas que solemos realizar implican cierto trabajo de coordinación, agilidad e incluso patrones “naturales”, el potencial real de movimiento del ser humano es mucho más vasto, amplio, diverso.
Las clases de movimiento se centrarán en completar las áreas inexploradas, complementar nuestro entrenamiento habitual y equilibrar nuestras competencias corporales, y se caracterizarán básicamente por dos aspectos.
El primero, la incertidumbre, el dinamismo y la diversificación de los ejercicios y herramientas que utilizaremos. Queremos un cuerpo capaz de responder ante cualquier situación. Queremos nutrirlo con la dieta de movimiento más rica posible. Y queremos disfrutar de todo lo que realmente somos capaces de hacer, aunque a menudo ni lo sabemos ni creemos que podemos hacerlo.
Para conseguirlo, el estímulo al que nos someteremos será extremadamente variado en habilidad, patrones e intensidad, explorando movimientoss básicos de disciplinas tan diversas como la gimnasia, el Método Natural y Parkour, la danza, el equilibrio sobre las manos, las artes marciales, etc.
Y el segundo, la práctica del juego como vehículo principal de las sesiones, el verdadero motor del aprendizaje y el progreso del ser humano a lo largo de su evolución (en contraposición al análisis, la planificación y el establecimiento de objetivos sobrevalorados en el mundo del fitness, algo que puede ser útil como recurso secundario, pero no primordial). El 90% del tiempo lo pasaremos jugando.
Además, todas las sesiones finalizarán con prácticas de relajación, meditación, ablandamiento o vaciado, seguramente el gran handycap de la práctica de ejercicio convencional.
Esta perspectiva nos ayudará a mantener nuestra atención en el movimiento en sí mismo, a movernos y punto, y los beneficios a nivel de control motor, fuerza, movilidad, resistencia, equilibrio, conciencia corporal, coordinación, ritmo, agilidad, reacción, etc. serán consecuencias inevitables.
¿Nos movemos?
Rober Sánchez
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